¿Somos conscientes de nuestra libertad?

Texto y autorretrato Mariana Garro Proyecto Mujeres del alma mía

Ser libre no es sólo deshacerse de las cadenas de uno, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás -Nelson Mandela

El nacer mujer en muchas culturas aún sigue siendo una “desdicha”, cuando en realidad nacer es un acto de rebelión, ya que, al llegar al mundo, desafiamos a la muerte y revolucionamos la existencia, no de uno, sino de varios. Nos enfrentamos en el debate que genera una sociedad y una cultura basada en creencias dañinas que se reproducen de manera generacional, que afectan sin considerar género ni sexo. Coartando la libertad de ser, hacer y creer en lo que queremos.

En temas de lo que es correcto o no, pensamos en lo que para una “mujer es permitido, lo que es aceptable y lo que es razonable” bajo la mirada de muchos, que incluye, desafortunadamente, la opinión no solo del sexo opuesto, sino también del propio femenino.

Hoy en día, después de tantos años contradictorios, en los que se ha fortalecido la lucha contra lo que se conoce como “machismo”, retumba con fuerza el empoderamiento femenino, que surge nuestros más profundos sentires. De la represión de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones.

Somos producto de la mezcla de emociones producto de todas las veces que nos tildaron de manera despectiva a través del tiempo: Cuando nos llamaron “brujas” por atrevernos a explorar con la naturaleza, por querer alzar la voz y sobresalir en una sociedad creada, estimulada y administrada en su totalidad por hombres.

En múltiples ocasiones hemos sido infravaloradas, porque no solo es que nosotras mismas cambiemos y dejemos de llevar esas costumbres machistas con las que nos criaron. La tarea es hablar de estas nuevas formas con nuestros abuelos, papás, hermanos, hijos, amigos y conocidos. El cambio empieza en uno mismo, sí. Pero transmitir el mensaje con los nuestros es nuestra forma de retribuirle a las que vienen. Hablando entre nosotros mismos de inclusión, del poder de las mujeres, de derechos humanos y de respeto.

Pero bueno, considero que más que buscar culpables, debemos enfocarnos en buscar soluciones; Llevar la reflexión a la manifestación y concientizar a nuestro espíritu del gran valor que poseemos. De lo que valemos y lo que tenemos por ofrecer. Sabiendo que, con el mismo ímpetu, somos capaces de evolucionar con el mundo en todos sus ámbitos. Somos capaces de estar en un hospital salvando vidas y no solo en casa porque así se supone que se establece un hogar.

Tú mujer, tú que me lees hoy. No permitas que te digan que no puedes. Porque si puedes, y yo creo en ti. Jamás dudes de tus conocimientos por que tú puedes dar más de ti, y para ti.

Alabamos la sexualidad sin tabúes, porque nuestro cuerpo es digno de sentir placer y no solo es una máquina de reproducción. La lucha no implica en si la guerra: Busca revolucionar tus pensamientos, que dejes esa máscara que te han puesto y te maquilles como quieras -Si quieres.

Miedo sentimos todos al salir a las calles y pensar en un robo, pero pánico es sentir la vulnerabilidad de que no solo tus pertenencias materiales serán arrebatadas, sino también tu dignidad, tu integridad física, que va más allá de la “virginidad”.

La invitación es a escuchar, a reflexionar y a evolucionar en pro de un mundo tuyo, mío, de todos.

Libres somos cuando somos conscientes de nuestros actos, libre soy cuando medito mis palabras, porque el sabio nunca dice lo que piensa, pero siempre piensa lo que dice. Has lo que te hace feliz, y si en el camino se atraviesan piedras, crea tu propio atajo, pero no desistas, sigue. No queremos sentirnos valientes, queremos sentirnos libres.

Tu que no me conoces de nada, ponte ese vestido, ese escote que siempre has querido usar, maquíllate, o no te maquilles y ve a disfrutar.

“El acto más valiente para una mujer es pensar por si misma y en voz alta” – Coco Chanel

 

Para más información del proyecto visita: www.mujeresdelalmamia.com

 

 

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