Texto y modelo Melissa Tejada | Fotografía Mao Campo

Me enamoré de mi desnudez,
mi pinta favorita es esta piel y este cuerpo que me acompaña a vivir la vida que sueño.

Aprender a sentirme feliz en él es una práctica diaria, que para mí, es el secreto de una vida plena, desde allí se resuelve toda situación,
generas adaptabilidad a tu percepción y todo lo demás pasa a segundo plano; ser capaz de generar en ti las sensaciones que quieres sentir, acceder a ello lo cambia todo.

En términos prácticos, las sensaciones (la voz del cuerpo) generan calidad de movimiento que influye en la organización del sistema nervioso, lo cual repercute en tu movilidad y en todo lo qué haces, generamos movimiento incluso para pensar y respirar, esto a su vez impacta tu calidad de vida, definida por ti para satisfacerte a ti mismo.

Y tú ¿cómo te quieres sentir en ti?
Cierra un momento los ojos y piensa:
¿Cómo me gustaría sentirme en mí mismo?
¿Cómo quisiera sentirme al estar en mí?
¿Cómo me quisiera sentir mientras me habito conscientemente?

Estudiarme y entenderme a mí, desarrollar una conexión conmigo, disfrutarme y gustarme más allá de las formas y los modelos.

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