¿Y qué si quieres mostrar tus emociones? ¿Y qué si no es lo que la gente normalmente ve en ti? ¿Qué pasa si hoy quisiste explotar? Ardías tanto por dentro que las llamas ya no podían negarse

¿Qué pasa si hoy dejaste de ser la dulce, amable y siempre servicial mujer? ¿Qué pasa si hoy no quisiste sonreír? ¿Querías sacarlo de ti y la mejor expresión fue la ira. ¿Qué pasa si fue así?

Y es que no siempre hay que estar bien. Hay días en los que prefieres alejarte, no pertenecer y más bien pertenecerte. Dedicarte, merecerte, siéntete

Y es que no siempre puede ser perfecto, hay noches en las que te hundes en el deseo de no existir, no al menos en este mundo, que todo te repela.

Y no está mal, son tus emociones, son tu realidad en el instante. Vívelo, disfrútalo, sácalo.

Tu todo está compuesto por partes y ser así, hablar así, verte así también hace parte de tu todo, no frenes, no lo niegues.

Y es que, ¿cuál es el problema de no ser perfecta? ¿Cuál es el problema de no caer bien siempre? Suficiente con la gente que genuinamente te quiere, el resto sobra y estorba

Ya basta de la “perfección”, ahora es la era de la transformación, la era del sé tu mismo, la era del primero yo y luego que los demás lleguen

Ya no más.

Dedícate, siéntete, merécete.

Texto Diana Betancourt G. | Modelo Tati | Fotografía Julián Rodríguez C.