Desarma y sangra Cicatrices, marcas y huellas, todo hace parte de mí y todo me define, y todo dice quién soy y todo me hace ver que soy parte de mí y parte de nada.
La gente se esconde o apenas existe. ¿Cómo debería de verme? Demasiado delgada, a veces enferma y otras veces como la menos agraciada de la habitación. A veces pidiéndole al cielo que me permita amarme más, que me deje ver que soy hermosa y es tan difícil creer que puedo serlo, que lo soy.
Tu cuerpo una aguja, mi mente un tapiz. Las palabras dejan huella, las acciones también y mi historia no es diferente a muchas: las inseguridades son la lucha diaria de todas; estrías, celulitis, huesos prominentes y busto pequeño… Todo me define, todo hace parte de mí y a veces y casi siempre quisiera que no, pero a veces y casi siempre me digo que así estoy bien y no podría ser distinta.
No existe una escuela que enseñe a vivir. El camino de amarme me lleva a ver cómo cada mal gesto me ha hecho desamarme y es que nada me obliga a ser como esperan que sea. La música me grita en lo más profundo de mi oído ¡Quítate la máscara y sangra: sé!
Mamá música me ha ayudado a caminar, a respirar mi magia, mi alquimia a redefinir el sentido de la belleza mientras pienso que mi delicadeza puede ser también una bomba, que mi feminidad no es debilidad y que mis huesos pueden ser amados de la mejor manera si se ven desde los ojos correctos. Miro alrededor, heridas que vienen, sospechas que van y aquí estoy.
Pensando en el alma que piensa y por pensar no es alma, desarma y sangra…
Texto y modelo Valentina | Asistente y edición de vide María Paula | Fotografía Julián Rodríguez C.
Seguimos manteniendo la intención del proyecto para que cualquier mujer pueda participar, reconocerse, verse con más confianza, olvidar los complejos y amarse de verdad.
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