Amor sin etiquetas
Texto y modelo Zendy Mendoza | Fotografía Mariana Garro | Proyecto Mujeres del alma mía
Malo, falso, frágil, interesado, casual, irreal, tóxico, volátil, dependiente, fugaz, infeliz, desleal, irresponsable, prostituído, vendido, inseguro, miedoso, traicionero, agobiante, promiscuo, machista, dañino; un largo etcétera podemos encontrar entre los adjetivos con los que calificamos al amor.
Etiquetas contra las que precisamente luchamos cada día para evitar que se impongan en nosotras. Pero entonces, si el amor es lo que nos mueve, lo que anhelamos y lo que nos inspira, ¿Por qué le damos ese trato? ¿Por qué usamos los calificativos que no queremos en nosotras mismas?
Somos conscientes de nuestras sombras, de nuestro lado no tan amable, y deseamos ser aceptadas, valoradas y amadas aún en la oscuridad. Pero al mismo tiempo rechazamos la oscuridad del amor y sus circunstancias, queremos sólo lo «bueno», lo feliz, y lo utópico, ¿Es coherente?
Y no se trata de flagelarnos, incomodarnos o dañarnos. Simplemente es ampliar la mirada y ser conscientes del equilibrio entre lo que queremos recibir, y la realidad de la energía con la que amamos y nos entregamos al mundo.
Ojalá podamos llegar al punto de poder desnudar alma, cuerpo, mente, y nuestro amor, sin recibir etiquetas ni juicio alguno, así como también lleguemos a ser capaces de recibir a otras personas plenamente.
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