Abrazándome
Aprendí a dar abrazos desde pequeña. Aprendí a acariciar con mi primer perro a los siete años. Aprendí a ver la belleza en otros durante mi adolescencia, justo, cuando menos me sentía “linda”. Aprendí a compartir mi cuerpo, mi desnudez y parte de mi ser. Aprendí muchas cosas a escondidas, con el tiempo y con temor.
Hoy me tocó desaprender situaciones, pensamientos, palabras y acciones que daba por fijas e incuestionables. He desaprendido a emitir juicios o comentarios sobre los cuerpos de otros. Desaprendí a comparar cómo se ve fulanita con respecto a pepita. Pero sobre todas las cosas, desaprendí que mi desnudez no es para otros, sin antes disfrutarla yo, dándome abrazos, acariciándome, sintiéndome linda, compartiendo y aceptándome a mí misma con amor, con mis aciertos y desaciertos, como soy.
Modelo y texto Maite Gómez | Fotografía Julián Rodríguez C.
Seguimos manteniendo la intención del proyecto para que cualquier mujer pueda participar, reconocerse, verse con más confianza, olvidar los complejos y amarse de verdad.
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Nuestras sesiones exploran el mundo de la mujer y cuentan historias por medio de imágenes que se adentran en su intimidad y son acompañadas por pensamientos, anhelos y anécdotas escritos por sus protagonistas.
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