Texto y autoretrato Gabriella Rodríguez

Querido cuerpo, a veces solo quisiera amarte y aceptarte tal cual eres, pero hay días que me cuesta entenderte o no sé si entenderte o conectar mi mente y alma contigo, no sé cómo tratarte a veces, sin embargo, debes saber que te amo con cada imperfección, con cada marca oscura en tu piel y cada silueta que se forma de todos los huesitos que te forman, incluso en los días que no me siento feliz contigo, igual te amo, así como tú me has aceptado y acompañado en este camino.

Es tan difícil explicarte todo lo que siento o mejor dicho lo que pasa por mi mente, quisiera que nos hagamos compañía, pero al completo unísono; intento cuidarte como mereces, pero sé que muy poco lo cumplo y es por eso también que debo agradecerte por resistir en todo momento y darme toda la fortaleza para mantenerte con vida.

Amado rostro, eres quien define lo que soy lo que pienso y a veces lo que siento, no me gustas tanto como quisiera, pero tienes detalles que amo y me han ayudado a aceptarte (pequitas lindas) que me hacen ser la negra pecosa que muchos notan y les causa impresión e incluso gracia, esos ojitos chiquiticos y chinitos hermosos y expresivos cuando estoy feliz.

Delgados brazos y manos como les digo que quisiera hacer más por ustedes, no me gusta mostrarlos como quizás merecen pero igual todo el mundo los ve, y bueno esto mismo para ustedes piernitas, cada día les agarro más amor, NO ME IMPORTA que sean flaquitas y velludas, al que no les guste que no las vea, somos un cuerpo y mente libre que quieren ser felices y sentirse lo más lindo que hay, sin que alguien venga a criticarte; siempre estaré para protegerte y cuidarte aunque suelo ser muy torpe y te hago marcas cada vez más.

Lindos y pequeños senos (órganos o mejor dicho glándulas de tanto placer y adorno para otros), cuanto he sufrido por ustedes ¿ok? Pero qué va, eso quedó en el pasado ahora me encantan y los puedo lucir sin vergüenza alguna.

Quiero mostrarte con completo orgullo, se vea todo lo que hemos vivido juntos y que todos vean esa flacura que te caracteriza y no es precisamente por aguantar hambre, sino que así eres tú y yo no te voy a cambiar por más que otros quieran cambiarte, así eres y ya.

Hoy puedo decirte que te amo, me encantas y me haces feliz, eres parte de mi nuevo proyecto personal y sé que lo podemos lograr, sin embargo, también debo pedirte perdón por tantas veces que te he lastimado.

Lo único que realmente puedo y quiero decirte es que nos amemos cada día más, enséñame a cómo llevarte esos días tristes, pues todas las veces que me regañas con esos moretones y dolores que me hacen sentir que estoy vieja o que no lo estoy haciendo de la mejor manera también debo agradecerlo porque me haces caer en cuenta de todo.

Mil veces perdón y cada día te recordaré lo mucho que te amo.

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