El cuerpo reacciona al cielo, a la luz, al color, a la humedad… también reacciona al amor. Nuestra energía se fortalece cuando nos permitimos y luchamos por conocer, respetar y amar el ritmo de nuestro cuerpo y mente.
Nos han educado para sentir miedo y reprimir nuestra fuerza, vitalidad y deseos; El miedo nos mantiene dóciles y reprimidas, pero al superar este temor nuestro camino cambia y se llena de vida.
Seguimos manteniendo la intención del proyecto para que cualquier mujer pueda participar, reconocerse, verse con más confianza, olvidar los complejos y amarse de verdad.