Fibras de mi corazón que se hallaban frágiles o rotas, así era yo, así somos a veces… Melancolías que sacaban lágrimas de mis ojos y cosas que mi mente ya poco recuerda porque así somos a veces… Me mostré inocente ante ojos equivocados incapaces de ver más, porque también nos equivocamos… Y entregue mi esencia a causas vanas.
Entonces fue necesario perderme, enredarme, Agrietarme y gritarme, gritarle a esa mujer… ¿Quién eres aquí y ahora? Sacar a esa pequeña niña de ese rincón y mostrarle la luz que venía desde la ventana Fue darle esperanzas a la mujer decirle: bella, valiente, valiosa. Fue necesario entonces desnudar mi alma y ¡Hallarme libre!
Seguimos manteniendo la intención del proyecto para que cualquier mujer pueda participar, reconocerse, verse con más confianza, olvidar los complejos y amarse de verdad.