Siempre me sentí como una obra de arte a medio terminar. En la búsqueda de encontrarle algún sentido a mí vida y mi ser. Sin embargo, por fin me doy cuenta que la artista de esa obra soy yo. Que soy la única que tiene el poder de construir, brillar y resaltar los tantos colores que hay en mí.
Alejo las falsas construcciones realizadas por mí y por otros, las aprobaciones y decisiones que quieren que tome.
Hoy empiezo a construir la vida y el ser que quiero ser; y comprendo, que soy la única que puede decidir sobre mí, no importa si me equivoco o me arrepiento, lo único que me voy a llevar es lo que vivo y así quiero ser feliz.
Seguimos manteniendo la intención del proyecto para que cualquier mujer pueda participar, reconocerse, verse con más confianza, olvidar los complejos y amarse de verdad.