Ningún ser de luz
Texto Carolina Amor | Fotografía MarianaGarro | Proyecto Mujeres del alma mía
Las aventuras de la niña intentando flore-ser.
Y digo que no soy ningún ser de luz porque: ¡Esa gente tiene demasiada inteligencia emocional!
Después de mucho: De muchas preguntas, mucha duda, mucha incertidumbre esto pasó.
Creo en el amor ante todas las cosas pero eso no significa que viva una vida 100% de amor -Ya quisiera. Tengo un carácter fuerte, siempre lo he tenido. Me paro firme en la raya cuando creo en algo y cuando algo no me vende, cuando me enamoro pierdo el norte: Cada ex ha sido una historia. Mi relación con mi mamá siempre ha sido muy extraña (Tema complicado, raíz de raíces) pero sigo intentando seguir siendo aunque muchas veces eso implique romperle un poco el corazón: “Lo siento mamá, quien quieres que sea y quien soy no se parecen en nada”.
“Mi madre me rogaba que fuera más discreta <No sé de dónde has sacado esas ideas. Vas a ganar fama de marimacho>”
Quiero creer que he mejorado, llevo ya una larga temporada pensando en verme muy de cerca. En leerme y en escribirme, mujeres del alma mía ha sido fruto de esas reflexiones. Siempre de la mano de mis amigas, eso sí.
Este libro me ha dado un millón de vainas que nunca esperé en el momento que más lo necesité. Ha sido una locura, así como estar aquí -por fin- escribiendo.
Y escribo porque me llena y ya. La diferencia de este texto es que hoy me animé a hacerlo públicamente, esperando que mi motivación fomente la escritura en las mujeres del alma mía.
Y las fotos?
Otra puerta que tocó Allende: ¿Por qué carajo expresar nuestra feminidad (como nos guste) afecta la percepción de las personas en nuestros espacios de poder? ¿En el trabajo? ¿En la universidad?
Ejercer el poder desde la feminidad
Allende sugiere la opción de apropiarnos de nuestras propias ideas de feminidad y atribuirle el carácter que nos parezca. Ser poderosas sin que eso signifique renunciar a lo que nos define para parecernos a la imagen de poder que nos han impuesto.
“Es cierto que la trayectoria de Eliza podría compararse con la emancipación de las mujeres, que han tomado por asalto el mundo de los hombres. Tuvimos que actuar como ellos, aprender sus tácticas y competir. Recuerdo la época en que las oficinistas, para ser tomadas en serio, iban a trabajar con pantalones, chaqueta y algunas con corbata. Ya no es necesario, podemos ejercer nuestro poder desde la feminidad. Como Eliza, adquirimos libertad y seguimos luchando para preservarla, ampliarla y lograr que alcance para todas.”
Sigo aprendiendo a perderle el miedo a los ojos de los morbosos, a los comentarios de los chismosos y a las malas energías de los dedos que señalan.
El club
Este club no es un espacio para hacer alarde de vidas perfectas ni para demostrar lo bien que estoy ahora. Lo que vengo a decirles es que entendí que la vida se trata de eso: de estar bien y estar mal, de sentirse en luces y sombras. Los momentos contradictorios se presentarán una y otra vez; El disfrute está en saber sortearlos. Agarrar la tabla y tratar de mantenerse en pie, pero entendiendo que antes de si quiera subirte a ella, te enseñan cómo volver a tu posición si llegas a caerte.
Este club es un espacio para todxs, pero sobre todo para mí misma. Para caminar con ustedes y encontrarme en sus propias luchas. En aras de ser y ser mejor.
Sé que el término FEMINISTA aún levanta muchas cejas y entiendo de dónde viene la sensación. Pero en este club el feminismo se trata de entender y amarnos. Pero Allende lo dijo mejor:
“¿Y en qué consiste mi feminismo? No es lo que tenemos entre las piernas, sino entre las dos orejas. Es una postura filosófica y una sublevación contra la autoridad del hombre. Es una manera de entender las relaciones humanas y de ver el mundo, una apuesta por la justicia, una lucha por la emancipación de mujeres, gais, lesbianas, queer (LGTBIQ+), todos los oprimidos por el sistema y los demás que deseen sumarse. Bienvenides, como dirían los jóvenes de hoy: mientras más seamos, mejor.”
Para más información del proyecto visita: www.mujeresdelalmamia.com
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