Acepto mis errores, con dificultad, mis defectos, pero lo que más acepto es el reto diario de amarme y quererme. A pesar de la frustración de no encajar en la sociedad y sus estándares de belleza. ¡Soy hermosa y debo convencerme de eso!
Seguimos manteniendo la intención del proyecto para que cualquier mujer pueda participar, reconocerse, verse con más confianza, olvidar los complejos y amarse de verdad.