Como el viento, aunque frágil siempre persistente, puro y sereno.
Aquella hoja que cae lentamente sobre la brisa, y la bandada de aves que parecen hojas cayendo de las nubes, inquietas pero siempre fluyendo, regalándonos su cantar y su vuelo.
Peregrinando y resistiendo cada cambio, cada día más fuertes y sabias.
Seguimos manteniendo la intención del proyecto para que cualquier mujer pueda participar, reconocerse, verse con más confianza, olvidar los complejos y amarse de verdad.