Hay momentos en los que una mujer se pertenece completamente. En esos instantes de calma, cuando el mundo queda fuera y el silencio le da espacio a sus pensamientos, es donde se siente más ella. No necesita más que el suave roce de la lencería sobre su piel y el eco de su propia respiración. En su rincón de confort, todo es simple. Se desliza por los minutos con una tranquilidad que pocas veces encuentra fuera de este lugar, como si el tiempo se plegara a su voluntad. Aquí, en la quietud de lo cotidiano, se reconoce. No hay máscaras, no hay urgencias. Solo está ella, libre y a solas, en esa deliciosa intimidad de sentirse cómoda con quien es, con lo que es.
Texto y modelo Camila | Fotografía Julián Rodríguez C.
Seguimos manteniendo la intención del proyecto para que cualquier mujer pueda participar, reconocerse, verse con más confianza, olvidar los complejos y amarse de verdad.
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Nuestras sesiones exploran el mundo de la mujer y cuentan historias por medio de imágenes que se adentran en su intimidad y son acompañadas por pensamientos, anhelos y anécdotas escritos por sus protagonistas.