Empezar a verme

Fue dejar de mirarme para empezar a verme.
Bastó con solo ver en ese reflejo, el cansancio, el deterioro de mi cuerpo que se volvió difícil de ocultar.
Muchas veces me cuestioné el por qué yo era así, y no de la manera que “debía ser”, pero no había un porqué, sino un para qué; ahora sólo puedo pensar que de ninguna otra forma deseo ser, amo la debilidad que hay en mi, porque sin ella, sin duda, no habría conocido la fuerza, amo la tempestad porque sin ella no habría conocido la calma, amo el dolor, porque sin él no sabría lo que es el consuelo, amo la angustia porque sin ella no sabría lo que es la paz, amo la ira porque sin ella no sabría lo que es la paciencia, y podría decir muchas otras cosas que tienen cara de “malas” pero que siempre nos obligan a crecer, soy todas y cada una de ellas, y a ninguna hoy renunciaría.
Entre demonios y ángeles vivo y de ambos me alimento, soy yo, una mujer imperfecta, maravillosa y feliz.
Modelo y texto Selah | Fotografía Julián Rodríguez C.


Seguimos manteniendo la intención del proyecto para que cualquier mujer pueda participar, reconocerse, verse con más confianza, olvidar los complejos y amarse de verdad.
¡Apóyanos!
↓
¿CÓMO HACERLO?


Con la suscripción para ver las sesiones completas solo buscamos hacer sostenible el proyecto, sin perder el enfoque del mismo.
↓
SUSCRÍBETE ↑
Tendrás acceso a más galerías
Also visit us in → www.secretdiaries.art
Publicaciones relacionadas