Habitar el cuerpo
Texto y modelo Maia Florencia Romero | Fotografía Paloma Laguens
Encontrar(se) en ese lugar donde se puede ser, ese cuerpo que existe y resiste el machismo, que soporta las decepciones y los desencuentros amorosos, que ofrece energía para las alegrías colectivas y los triunfos individuales. El terreno donde se encuentra amor y cariño para atravesar el dolor, donde se percibe cada emoción calando desde lo más profundo. El arma con la que salimos a dar pelea ante cada injusticia, el lugar donde habita el deseo.
El cuerpo, principal receptor de los disparos de odio del discurso hegemónico, cuando abre fuego contra todo lo que no es perfecto ante los ojos de les espectadores alienados a una pseudo perorata de delgadez, músculos varoniles y cinturas esqueléticas femeninas con un pecho bien firme. Allí donde sólo hay lugar para lo superficial, para lo estandarizado, para el mandato superfluo. Habitar el cuerpo, el hogar propio, es una forma de lucha contra el cis-tema. Contra todo lo que nos oprime. Como lema, Fuego a todo lo que no nos deja ser.
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