En la danza de la vida, conectamos con nuestra esencia femenina en armonía con los elementales, la tierra, el agua, el aire y el fuego. En la meditación, nos fundimos para volver al interior ancladas a la madre tierra, las emociones y lo inexplicable. En la mandala de flores y hojas, encontramos la fuerza y la belleza que habita en cada una de nosotras. Sintiendo la magia que nos rodea, somos una con la naturaleza en completa libertad.
Texto y modelo Lina, Angela, Katherine, Mar, Luna, Laura, Ann, Julieta, Sofia, Nancy | Fotografía Julián Rodríguez C.
Seguimos manteniendo la intención del proyecto para que cualquier mujer pueda participar, reconocerse, verse con más confianza, olvidar los complejos y amarse de verdad.