Dignidad

Texto y autorretrato Mishelle Hecht

¿Cómo respondemos los humanos al impulso de mirar, a la curiosidad que nos provoca ver “lo tapado”?

Primero que nada, sé que me siguen todo tipo de personas. Adultos, menores, hombres, mujeres. Familiares, amigos, conocidos. No estoy en una lucha, ni una protesta, mucho menos busco ser modelo a seguir ni “inspiración” de nadie.

Desde los inicios de mi adolescencia, me he visto hipersexualizada, por mi cuerpo, por mis actitudes, por como me vestía o mi estilo de vida tan precoz.

Tengo al rededor de 6 años siendo conocida por el meme de “lo que oculta el uniforme” siendo mi “fama” producto de una niña con tremendo cuerpo. He tenido que leer todo tipo de comentarios, todo tipo de opiniones, tuve que aprender a llevar los comentarios sádicos, a no prestarle atención a los pajizos que no pueden controlarse ni respetar. He tenido que llevar etiquetas porque mis actitudes no son las correctas de una señorita en la sociedad.

La dignidad de una mujer no se mide en cuanto se tapa, si usa ropa muy corta o si muestra un pezón. La dignidad es el derecho a decidir libremente sobre su cuerpo y su vida.

Yo decido lo que muestro y lo que no, y sin duda, siempre lo he dicho, el pezón femenino está sexualizado. Si yo hubiese querido mostrar mis pezones, lo hubiese hecho desde hace mucho. Soy dueña de mi cuerpo y de mis decisiones. Y si van a ver mi intimidad, que sea porque a mi me dió la gana. El humano es morboso, curioso y sin duda siempre existe la interrogante de cómo es la intimidad de una persona, como se vera sin ropa.

Somos humanos, hombres y mujeres. Todos tenemos similitudes y diferencias. Lo mismo que ves aquí, lo tienes tú.

“Sólo les gustan las tetas cuando se ponen a disposición de su placer. Si no, es innecesario, es vulgar, es incorrecto. No les gusta verlas amamantando, no les gusta verlas marchando. No les gustan las tetas si no están listas y dispuestas para sus pajas”.

Si crees que lo estamos haciendo bien
¡Apóyanos!

Nuestras sesiones



Publicaciones relacionadas


1 Comment
  • Enrique

    17 agosto, 2020 at 2:19 pm Responder

    Un relato precioso. Expresa una gran realidad. Hay gente que no ven la belleza del desnudo, solo algo sexual

Post a Reply to Enrique Cancel Reply